Desde pequeña encontré en el arte un modo de descubrir mi mundo interior, un lugar al cual solo yo tengo acceso. A medida que fui creciendo me di cuenta el rol indispensable que ocupa en mi vida y la necesidad de expresarme a través del mismo.
Me fui formando en el taller de Ana Armendáris quien fue la persona que me guía en este mundo y abre las puertas para progresar y superarme.
Pinto porque cada obra representa un desafío, una posibilidad de crecimiento y aprendizaje. En cada una de ellas doy a conocer algo de mi misma que, inconscientemente, abre el cerrojo para escaparse de mi alma.
Creo que cada una de mis obras representa la vida misma. Comienza con el material crudo, en blanco, desnudo. A medida que tomamos conciencia de lo que sentimos, conocemos y creemos, podemos darle un rumbo a nuestra existencia así como el artista sabrá la manera más satisfactoria para transformar los componentes y darle un sentido a esa efervescencia de sensaciones propias para crear una pieza única que superará todo espacio y tiempo.
Posteriormente, llega la etapa del desencuentro, la confusión, en la cual se pierde el foco y me siento sumergida en un caos que parece no tener dirección alguna. Sin embargo, después de observar, aislarme y visualizar, esa nebulosa parece aclararse para abrir un horizonte con variedad de posibilidades. Como en la vida, no existe un único rumbo sino que comienzan a surgir variados caminos. Es allí donde le soy fiel a lo que siento, aquello que me genera ruido en mi interior y quiere ser plasmado.
Indago en las relaciones entre las personas y suelo crear pensando en alguien en particular. De este modo, siento que mis personajes cobran vida que pueden ser imaginadas por el espectador. Finalmente, busco dentro de mi propia realidad y en aquello que me rodea cotidianamente.
Disfruten,
Regina
"Uno mira siempre las pinturas con la esperanza de descubrir un secreto. No un secreto sobre el arte, sino sobre la vida. Y si lo descubre, seguirá siendo un secreto porque, después de todo, no se puede traducir en palabras. Con las palabras, lo único que resulta posible hacer es trazar, a grandes rasgos, un mapa que nos oriente hacia él".
John Berger
